un color habitual en el casco histórico es el naranja propio de la impermeabilización, usada donde antes se levantaba una casa, abandonada hasta el límite del derrumbe y cuya huella sirve ahora de jardín salvaje o bien de escombrera | lejos de la idea cohesionar la ciudad, la maquinaria constructiva prefiere fijarse en las zonas vírgenes de la periferia para implantar su retícula de asfalto y ladrillo | el inventario de muros de color anaranjado crece a pesar de los insuficientes intentos de reconstrucción
es sorprendente la obstinación de la promoción inmobiliaria en seguir implantando bajos comerciales en la mayoría de edificios, más aún en el contexto actual en el que parte de las empresas o negocios pueden funcionar de forma no física y además se compite contra gigantes en un mercado global | como resultado de esta tendencia se encuentran cada vez más locales en desuso, muchos de ellos en lo que antes eran las calles comerciales por excelencia | un paseo por la ciudad revela incluso locales que jamás han tenido ocupación en edificios construidos hace bastantes años